La mayoría de propietarios caninos de países occidentales alimentan a sus perros con pienso. Sin embargo, la comida casera es un modelo de alimentación más ligado al concepto “natural” y está ganando terreno. Ambas opciones tienen ventajas e inconvenientes.
El perro, igual que el lobo, es lo que en biología se denomina un carnívoro no estricto. Es decir, necesita una alimentación cuyo ingrediente principal sea la carne pero tiene un sistema digestivo preparado para tolerar ingredientes de origen no animal en pequeñas cantidades. Nunca como base de su dieta.
Por un lado, los alimentos naturales no incorporan añadidos químicos artificiales (conservantes, colorantes, saborizantes y antioxidantes), que pueden agravar los síntomas de una alergia alimentaria. Por otro, los ingredientes naturales resultan más ricos en nutrientes ya que los procesos de extrusión que se utilizan para fabricar la mayoría de piensos para perros implican cocciones a temperaturas muy altas. Esto se hace para eliminar el riesgo de presencia de bacterias como la salmonela y otros microorganismos peligrosos. Pero claro, con el calor, muchos nutrientes se pierden por el camino.Si no tienes conocimiento o no piensas dedicar tiempo a informarte, descarta la dieta natural.
Tampoco hace falta demonizar los piensos, porque pueden ser la opción más práctica para muchos propietarios y la más segura para la salud de muchos perros.También puede considerarse tener en cuenta una dieta mixta.
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