Seppala

Tras el relevo del suero, Leonard Seppala viajó por los Estados Unidos con un grupo de perros, la mayoría de los cuales eran Siberian Husky, para hacer demostraciones de las carreras de trineos. 

Debe subrayarse que el nombre «Husky» era usado como nombre genérico para todas las razas de perros de trineo. 

Los americanos le dieron al perro Chukchi el nombre de «Siberian Husky». 

Estas demostraciones mostraron ampliamente a los perros árticos y despertaron el interés por el Siberian Husky. Incluso hubo una demostración de perros de trineos en Lake Placid durante los Juegos Olímpicos de 1932. Después de completar su viaje exposición, Seppala se quedó a vivir en Nueva Inglaterra y empezó a participar en las carreras con sus perros de forma sistemática. No sólo se asentó como un conductor de perros de primera categoría, sino que ayudó al establecimiento del Siberian Husky en el Este de los Estados Unidos a través de su propio programa de cría. Seppala hizo criar a sus perros y éstos se convirtieron en animales fundadores para otros criadores de Nueva  Inglaterra. Hoy día, el nombre de Seppala es conocido por todo el mundo del Husky. De hecho, a todos los Siberian Husky inscritos en el libro de orígenes del American Kennel Club se les puede seguir la pista hasta las líneas de Seppala.

Nueva Inglaterra se convirtió en el hogar de una concentración de criaderos de Siberian Husky de calidad. El criadero Chinook de Arthur Walden en New Hampshire fue unos de los más importantes. Walden ya había estado criando perros de trineo cuando Seppala llegó con sus Huskys. Estos perros eran de menor tamaño que los que se estaban produciendo en esa zona, y la gente no apreció su habilidad. Pero, tan pronto como los perros comenzaron a correr, la gente empezó a tenerlos en cuenta. Los perros de Seppala ganaban, constante y fácilmente, a los perros locales en las carreras de trineos. Walden, con la ayuda de Milton y Eva «Short» Seeley, produjo Siberian Husky de calidad basándose en animales de Alaska, algunos de los cuales procedían directamente de Leonard Seppala.

Lorna Demidoff fundó el importante criadero Monadnock, también en New Hampshire. Su primer campeón fue un perro que adquirió a Chinook, y continuó con muchos campeones de cría casera y con excelentes perros de carreras. Es importante resaltar que tanto Lorna Demidoff como Short Seeley no eran sólo criadoras de gran calidad, sino que también eran formidables conductoras de perros: fueron dos de las mejores conductoras de todos los tiempos.

El objetivo de los criadores de Nueva Inglaterra era conservar la capacidad de trabajo del Siberian Husky, al tiempo que se producían perros estéticamente agradables que pudiera ganar en el ring de belleza. Los programas de cría de los Chukchis iban encaminados a la función más que a la forma. Por ejemplo, su precioso pelaje lanoso tenía la función de proporcionarles aislamiento a sus cuerpos, y no el de ser admirado por los amantes de la raza. La tribu necesitaba a los perros para su supervivencia: no necesitaban un perro hermoso. De todas formas, los americanos, con su interés por exponer a sus perros, además de hacerlos correr, querían lo mejor de ambas vertientes: querían los perros de mejor calidad y con el mejor aspecto posible. Incluso con su énfasis por la belleza, los criadores de Nueva Inglaterra consiguieron producir, constantemente, algunos de los mejores perros de trineo que se podían encontrar.

La raza fue reconocida como el Siberian Husky por parte del American Kennel Club en 1930. El primer Husky inscrito en el libro de orígenes del AKC se llamaba Fairbanks Princess Chena. La raza fue también reconocida por otra asociación canina del país, el United Kennel Club, con el nombre de «Husky Ártico». La raza recibe a veces ese nombre en Inglaterra, aunque el nombre usual por el que se la conoce es el de Siberian Husky.

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